miércoles, 26 de octubre de 2011

Artículo sobre pizarra digital por Federico Ramón López Bermúdez

1 INTRODUCCIÓN
Con la imparable implantación de las nuevas tecnologías, las aulas de los centros educativos van cambiando progresivamente de aspecto. La nueva sociedad tecnológia está modificando y renovando los patrones de aula y de aprendizaje que tradicionalmente han venido siendo aceptados, y con ello nos están dirigiendo hacia un nuevo paradigma educativo.
Una de las cosas que ha traído la generalización de la tecnología ha sido el apellido “digital”. Éste ha sido añadido a los diferentes elementos que la componen: ya podemos hablar de libros digitales, aulas digitales, pizarra digital... 
Sin duda, el elemento más representativo de cualquier clase es la pizarra, pero con toda seguridad, también este elemento está siendo llamado a un cambio. La Pizarra Digital es uno de los elementos con nombre propio en esta dinamización tecnológica. En muchos centros europeos (hasta el 70 por ciento en el Reino Unido) y también en algunos españoles, el modelo de pantalla digital e interactivo está siendo ya utilizado.
Aunque veremos más en detalle este dispositivo, básicamente una Pizarra Digital Interactiva consiste en un ordenador con conexión a Internet, un videoproyector que reproduce a gran tamaño el monitor del ordenador y una pantalla táctil que permite interactuar y hacer anotaciones sobre ella.
La pizarra digital, así presentada, es una ventana abierta al mundo en el aula. Con sus posibilidades de acceso a una inmensa cantidad de conocimiento y su variada diversidad de formatos, se constituye en germen de innovación. A la vez es un catalizador de la cooperación, pues posibilita compartir y comentar todo tipo de materiales a la vez que comunicarse e interactuar en directo desde clase con otras personas. Y todo ello se consigue con gran éxito, si nos basamos en los magníficos índices de aceptación entre los profesores por su sencillez, facilidad de uso y potencialidad didáctica.
En Gran Bretaña van a cerrar el año con 77.000 pizarras digitales. En España las cifras de venta son de 800, y tan sólo 20 en centros educativos. Sin embargo las previsiones de futuro, como es fácil de imaginar, son inmensas. Se calcula que en los dos próximos años las pizarras digitales se multiplicarán por nueve. 
2 CONSIDERACIONES PRÁCTICAS
A la hora de usar esta tecnología en el aula debemos tener en cuenta una serie de ventajas e inconvenientes.
Empezaremos por ventajas, por ir aclarando aspectos que se han vislumbrado en los párrafos anteriores:
· 1) Es una tecnología que no da problemas.
El hecho de ser a la vez pizarra de escritura, posibilita dar nuestras clases como lo venimos haciendo tradicionalmente, y alternar este sistema con otros modos de enseñar. Pero en un caso de caida de la red, o de fallo del ordenador, el profesor simplemente llevará su clase como lo venía haciendo hasta la llegada de la pizarra digital. Este elemento proporciona seguridad a los profesores poco duchos en tecnología y elimina casi la totalidad del estrés que genera la informática en este perfil docente.
· 2) Es una tecnología integradora.
Reune a los dispositivos precedentes que puedan existir en el aula: el proyector de trasparencias se consigue con presentaciones de diapositivas o con la ayuda de una webcam, el reproductor de vídeo se integra en los programas de reproducción de vídeo del ordenador, el equipo de música se emula con los programas reproductores de mp3 y los amplificadores.
· 3) Es una tecnología trasparente.
Muy fácil de utilizar, no necesita apenas formación técnica; para aprender lo necesario que me permita empezar apenas lleva veinte minutos. Esto va a facilitar una rápida familiarización con el dispositivo.
Cómo funciona:
- Hay que presionar donde se haría clic con el ratón.
- Los ficheros y las aplicaciones del ordenador están en la punta del dedo.
- El ordenador se puede usar con las aplicaciones.
Pero también tenemos que considerar las desventajas:
· 1) El tiempo
La preparación de las actividades conlleva inicialmente una inversión mayor de tiempo por parte del profesor, que debe realizar esfuerzos complementarios importantes (búsqueda de webs interesantes, elaboración de transparencias, apuntes, materiales didácticos interactivos), lo que supondrá una mayor dedicación.
· 2) La claridad y las sombras
La luminosidad es un problema aún sin resolver totalmente. Como el dispositivo necesita un proyector externo (salvo en el modelo último), la claridad del aula puede dificultar la correcta visión en la pizarra. Además el ponente puede cortar la imagen con frecuencia con la proyección de sombras en la misma (en los modelos frontales). Este es un elemento a acostumbrarse por parte del alumnado.
· 3) Audio e impresión.
El sonido va a través del ordenador, por lo que resulta insuficiente cuando el público no está en total silencio (estado no muy habitual en ciertos niveles educativos). Algunos videoproyectores vienen ya con pequeños altavoces para no depender del ordenador, y permiten reproducir el sonido, pero con poca calidad y potencia. 
El mismo problema hay con la impresión en papel por la misma razón, se emite a través del ordenador
3 CONSIDERACIONES DIDÁCTICAS
Si nos paramos a ver las potencialidades didácticas de la pizarra interactiva, esta herramienta supone una revolución en la forma de impartir clase. 
Según muchos de sus impulsores, el dispositivo ofrece una interacción entre el profesor y los alumnos que no permite la pizarra tradicional. No sólo eso, esta interactividad sencilla y generalizada hace que los alumnos dejen de ser sujetos pasivos de la educación para sumarse activamente al desarrollo de una clase.
Los estudiantes se sienten más como en casa cuando están ante el mundo audiovisual del televisor, concentrados con sus videojuegos o navegando lúdicamente por Internet. Los temas que se tratan en clase con la Pizarra Digital se aproximan más a sus experiencias previas. Les resulta más fácil relacionar lo nuevo con lo que ya saben. Pueden realizar unos aprendizajes más significativos. 
Paralelamente, esto facilita que los alumnos sigan mejor las explicaciones y comprendan mejor los contenidos, pues tienen una acceso más gráfico y visual de las explicaciones. Los estudiantes están más atentos, motivados e interesados.
La Pizarra también posibilita el uso colectivo en clase de los canales telemáticos de comunicación (e-mail, chat, videoconferencia...), con los que se pueden establecer comunicaciones con otros estudiantes, especialistas, centros... de todo el mundo.
Se puede trabajar desde dos centros al mismo tiempo de manera que si en una pantalla se realiza una modificación, ésta se ve al instante en el otro centro, y a su vez se pueda volver a modificar por el segundo. Incluso se puede grabar video y audio de todas las operaciones que se realicen en la pizarra durante la clase. La colaboración es la característica estrella. 
El sistema permite que las explicaciones que se realicen en la superficies de exposición durante la clase se puedan grabar, enviar por correo electrónico o colgar en la página web de la asignatura. La conexión a Internet posibilita que todos los alumnos vean en la pizarra las páginas web que el profesor selecciona y manipula. Además se pueden modificar las aplicaciones informáticas que en ella se proyectan (algo que no ocurre con el ya casi tradicional Power Point). Es claro que si todo esto se puede hacer con una Pizarra Digital, el modo de dar la clase no puede ser el mismo que cuando no se tienen estas posibilidades. 
Las actividades de los libros escolares no están pensadas con estos parámetros por lo que la simple transcripción de los textos a un formato digital no sería más que una operación de maquillaje tecnológico sin ninguna efectividad didáctica. Habrá que efectuar cambios fundamentales a la hora de pensar las sesiones de aula y los contenidos y ejercicios.
Concretando más, habrá que diseñar actividades en las que:
a)      haya sitio para esta participación de los alumnos (con datos que falten en el enunciado de un problema y que ellos puedan buscar, con la posibilidad de incluir sus aportaciones vitales, artísticas, creativas...) 
b)      se facilite la colaboración y cooperación entre ellos y/o el profesor (con argumentaciones y razonamientos en la búsqueda de soluciones de las actividades y problemas, con elementos de comunicación). 
c)      se promueva su espíritu crítico y su capacidad de juzgar y razonar (aportando más datos de los necesarios para resolver una actividad y haciéndoles seleccionar sólo los que estén implicados y descartar los no necesarios...)
d)      tengan el apoyo visual o audiovisual necesario
Esto nos acaba conduciendo necesariamente al cambio en la gestión de los recursos didácticos, al cambio en la configuración de los tipos de aula, y a la creación de nuevos espacios de trabajo.

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